Había una vez una cucaracha llamada Cucaracha mala de una pata.
Cucaracha mala de una pata vivía en una pequeña grieta en la pared de una cocina.
Ella era diferente de las demás cucarachas porque solo tenía una pata.
Cucaracha mala de una pata se sentía triste porque no podía andar como las cucarachas normales.
Un día, una cucaracha amable llamada Pedro se acercó a Cucaracha mala de una pata.
Pedro le dijo a Cucaracha mala de una pata que ella era especial y que tenía un lugar en el mundo.
Cucaracha mala de una pata se sintió feliz de tener un amigo como Pedro.
A partir de ese día, Cucaracha mala de una pata nunca se sintió sola o triste.
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