Había una vez en la selva un león llamado Leo. Un día, mientras caminaba por la jungla, vio a una hermosa leona con los ojos verdes y la mirada bonita. Era amor a primera vista.
Leo se acerca a la leona con timidez y le dice: 'Hola, soy Leo'. La leona sonríe y responde: 'Mucho gusto, soy Lola'. Ambos se gustan mucho, pero sienten un bloqueo emocional que les impide conocerse a fondo.
Asisten a una gran fiesta de la selva, donde hay música, comida y baile. Leo y Lola bailan juntos y se divierten mucho, pero todavía no pueden abrirse completamente el uno al otro.
Un día, Leo ve a Lola jugando con unos cachorros de león. Se da cuenta de que Lola es una madre amorosa y protectora. Esto hace que Leo se sienta más conectado emocionalmente con ella.
Leo decide abrir su corazón y contarle a Lola sobre su infancia difícil. Lola escucha atentamente y le ofrece su apoyo. Leo se siente aliviado por haber compartido sus emociones con ella.
Lola también comparte sus miedos y preocupaciones con Leo. Ambos se dan cuenta de que tienen bloqueos emocionales similares y se ayudan mutuamente a superarlos.
Con el tiempo, Leo y Lola se abren por completo el uno al otro. Hablan de sus sueños, deseos y temores más profundos. La empatía y la comprensión los unen aún más.
Juntos, Leo y Lola aprenden a superar sus bloqueos emocionales y a confiar plenamente el uno en el otro. Su amor se fortalece cada día más.
Finalmente, Leo y Lola forman una hermosa familia en la selva. La empatía y el amor los guían en su vida juntos, construyendo un hogar lleno de felicidad y comprensión.
Y así, Leo y Lola demuestran cómo la empatía puede ayudarnos a superar nuestros bloqueos emocionales y construir relaciones fuertes y significativas.
Reflection Questions