Había una vez en una tranquila ciudad, los niños jugaban en el parque cuando de repente, una niña pequeña se dio cuenta de que su muñeca favorita había desaparecido. Una sombra se movió entre los árboles y desapareció. ¿Quién podría haberlo tomado?
La noticia sobre la muñeca perdida se extendió rápidamente. El detective Perro, un labrador muy listo, fue buscado para resolver el misterio. Él siempre ayudaba a encontrar cosas perdidas. En su oficina, recibió una visita de la niña triste. ¿Podría Perro resolver el caso?
Perro tomó el caso en serio. Comenzó buscando pistas en el parque: huellas, objetos olvidados. Con su aguda nariz, siguió un rastro hacia un callejón oscuro. Encontró la muñeca en un charco de agua. La niña estaba encantada. ¿Cómo supo el detective que el callejón era importante?
Cuando la niña recuperó su muñeca, agradeció a Perro con un abrazo. Ahora, la ciudad sabía que con el detective Perro cerca, nada se perdería para siempre. Ellos celebraron con una fiesta en el parque. ¿Qué virtud demostró Perro en esta historia? ¿Cómo te sentirías si encontraras algo especial?
Reflection Questions