Había una vez un niño llamado Juanito que vivía en un pequeño pueblo lejos de la ciudad. A diferencia de los demás niños de su edad, Juanito no sabía utilizar la tecnología. No tenía un teléfono inteligente ni una tablet como sus compañeros de clase. Esto hacía que se sintiera un poco excluido y diferente.
Un día, todos los niños de la escuela estaban emocionados porque iban a tener una clase especial de computación. Muy triste, Juanito se quedó sentado solo en el aula mientras los demás se movían rápidamente por la sala, utilizando las computadoras. No entendía cómo esos extraños aparatos podían hacer tantas cosas.
Un profesor se acercó a Juanito y le preguntó por qué no se unía a sus compañeros. Juanito explicó que no sabía cómo utilizar la tecnología y se sentía muy frustrado. Entonces, el profesor sonrió y le dijo que estaba a punto de enseñarle cómo utilizar una computadora. Juanito se emocionó mucho y se sentó frente a una computadora.
El profesor le mostró a Juanito cómo encender la computadora y cómo usar el ratón y el teclado. Poco a poco, Juanito fue aprendiendo cómo moverse por el escritorio y abrir programas. Se dio cuenta de que la tecnología no era tan aterradora como pensaba.
Después de varias lecciones, Juanito se convirtió en un experto en el uso de la computadora. Comenzó a hacer dibujos, jugar juegos educativos y buscar información sobre cosas que le interesaban. Finalmente, Juanito no se sentía más excluido porque sabía cómo utilizar la tecnología como los demás niños.
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