Había una vez un niño llamado Miguel que tenía muchas dificultades para usar la tecnología. Sus amigos siempre se burlaban de él y no querían jugar videojuegos juntos. Miguel se sentía triste y solo porque no sabía cómo utilizar los dispositivos electrónicos.
Un día, Miguel decidió que quería aprender a usar la tecnología como sus amigos. Buscó en internet tutoriales y comenzó a practicar todos los días. Al principio, se confundía y cometía errores, pero no se rindió.
Con el tiempo, Miguel se volvió cada vez mejor en el uso de la tecnología. Aprendió a navegar por internet, a jugar videojuegos e incluso a programar. Un día, retó a Juan y Sofia a un juego y ¡les ganó a los dos!
Juan y Sofia se dieron cuenta de lo talentoso que era Miguel en tecnología y se disculparon por haberse burlado de él. Todos se convirtieron en buenos amigos y disfrutaron jugando videojuegos juntos, aprendiendo y divirtiéndose.
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