Había una vez en Emociónlandia, un lugar mágico donde las emociones vivían juntas. Cada emoción tenía su color y personalidad, y todos eran amigos. Los niños de preescolar solían visitar Emociónlandia para aprender sobre las emociones.
Un día, Felicidad, que era un sol brillante y siempre sonriente, decidió organizar una fiesta en Emociónlandia. Invitó a todos sus amigos, incluyendo a Tristeza, Enojo, Miedo, Sorpresa, Tranquilidad, Amor, Culpa y Vergüenza.
Cuando llegó el día de la fiesta, todos estaban emocionados. Felicidad repartió globos de colores y comenzó a bailar alegremente. Enojo estaba jugando al escondite con los niños, y todos se reían mucho. Sorpresa hacía trucos mágicos que hacían reír y aplaudir a todos.
Pero Tristeza se sentía un poco triste, ya que a veces le costaba encontrar su lugar en las fiestas. Entonces, Amor le dio un abrazo cálido y le dijo: 'Eres importante, Tristeza. Nos ayudas a apreciar los momentos felices'. Tristeza sonrió y se unió a la diversión.
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