En la colorida Ciudad del Latido, donde los edificios eran altos y vibrantes, vivía un habitante bondadoso y lleno de alegría llamado Corazón.
Corazón era conocido por su energía vital y decidió invitar a sus amigos Riñones, Hígado y Pulmones a una aventura.
Los Amigos Anatómicos se encontraron en la Plaza del Latido para comenzar su viaje mágico.
A lo largo de la Avenida de las Venas, apreciaban las luces que recordaban a glóbulos rojos y puentes como arterias.
Riéndose, los amigos deslizaron por el Tobogán del Oxígeno y sintieron el aire fresco en sus pulmones.
El Latido Central, con su ritmo constante, les daba la banda sonora perfecta a su aventura en la ciudad.
Pasaron junto a la Fuente de las Hormonas, donde las aguas burbujeaban mensajes químicos.
En el Jardín de Neuronas, los amigos se maravillaron ante flores que parpadeaban con destellos de pensamiento.
Hígado, el amigo sabio, explicó cómo cada edificio y planta en la ciudad trabajaba junta, como un cuerpo.
Con cada paso, Corazón y sus amigos sentían su amor por la ciudad y la importancia de cada uno de ellos en ella.
Al final del día, los Amigos Anatómicos se sentaron a descansar, sabiendo que juntos hacen latir a la Ciudad del Latido.
Con una despedida cálida, prometieron que pronto tendrían otra aventura, cuidando siempre la Ciudad del Latido.
Reflection Questions