Había una vez un grupo de niños de sexto grado que no querían aprender artística en su colegio.
Eran los únicos niños en la clase que no querían participar en las actividades de arte.
No les gustaba dibujar, pintar o hacer manualidades. Solo querían jugar al fútbol.
La profesora de artística, la Sra. Martínez, estaba muy triste porque quería que todos los niños disfrutaran del arte.
Decidió hablar con los niños para entender por qué no les gustaba el arte. Escuchó con atención y entendió que preferían el deporte.
La Sra. Martínez tuvo una idea. Invitó a un artista famoso y jugador de fútbol para una sorpresa en la clase de artística.
Cuando llegó el día de la sorpresa, los niños estaban emocionados. El artista famoso les enseñó cómo el arte y el deporte pueden ir de la mano.
Los niños aprendieron que el arte no solo se trata de pintar y dibujar, sino de expresar su creatividad de diferentes maneras.
Desde ese día, los niños de sexto grado disfrutaron tanto el arte como el deporte. Aprendieron que pueden ser buenos en ambas cosas.
La Sra. Martínez estaba feliz y orgullosa de sus alumnos. Todos aprendieron que nunca es tarde para descubrir nuevas pasiones.
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