Hoy es un día para llorar y llorar. El cielo está gris y llueve. Juan lleva su paraguas.

Juan camina por el parque, mirando las flores mojadas. Las gotas de lluvia caen suavemente.

En el parque, Juan ve a su amigo Carlos. Carlos también está triste. Se sientan juntos bajo un árbol.

Hablan sobre por qué se sienten tristes. Hablan sobre cómo los días tristes también son importantes.

Después de hablar, se sienten un poco mejor. Deciden tomar helado para animarse un poco más.

Al tomar helado, ven un arcoíris en el cielo. Hablan sobre cómo la tristeza puede dar paso a la alegría.

Después de ver el arcoíris, se despiden con una sonrisa. La tristeza no dura para siempre.

Juan vuelve a casa. Aunque el día fue triste, también tuvo momentos hermosos. Agradece esos momentos.

Al llegar a casa, su familia lo recibe con abrazos. La tristeza disminuye un poco más.

Finalmente, Juan se acurruca con su peluche favorito y cierra los ojos. Mañana será mejor.

La lluvia sigue cayendo, pero Juan duerme tranquilo, sabiendo que el sol saldrá de nuevo.