Hola, soy un gatito llamado Pelusita. Quiero contarte una historia muy especial sobre cómo encontré a mi familia. Un día, cuando era muy pequeño, mi mamá no pudo cuidar de mí porque algo le pasó. Yo estaba muy triste y asustado. No sabía qué iba a ser de mí. Pero gracias a la vida, apareció una pareja de gaticos llamados Minino y Gatita, que se volvieron mis papás de corazón.

Cuando me encontraron, estaban dando un paseo por el parque. Me vieron solito y decidieron llevarme a su casa. Desde ese momento, me dieron mucho amor y cuidado. Me alimentaron, me pusieron una cama calentita y me dieron muchos juguetes para que me divirtiera. Me sentía muy feliz y agradecido de tener una nueva familia.

Minino y Gatita me enseñaron muchas cosas. Me enseñaron a ser independiente, a utilizar el arenero para hacer mis necesidades, y a comportarme bien en casa. También me enseñaron a jugar y a correr por toda la casa. Me divertía mucho persiguiendo una bolita de papel o saltando de un sofá a otro.

Cada día, Minino y Gatita me daban mucho cariño. Me acariciaban y me hablaban dulcemente. Me sentía muy amado y seguro con ellos. Aprendí que una familia no necesariamente tiene que ser de la misma especie, sino que puede estar formada por el amor que se tienen unos a otros.

Ahora, soy un gato grande y fuerte. Aunque extraño mucho a mi mamá biológica, estoy muy contento de haber encontrado una nueva familia que me adoptó y me dio todo su amor. Minino y Gatita siempre estarán en mi corazón. Y yo siempre estaré en el suyo.

Fin