Había una vez una pequeña pulpo llamada Mila, que vivía en el fondo del océano rodeada de muchos amigos y familiares. Mila era muy juguetona y colorida, siempre dispuesta a hacer travesuras con sus amigos del mar. También le encantaba cantar con ellos, y juntos formaban un coro maravilloso. Un día, mientras jugaban en la escuela de peces, Mila tuvo un problema. Su tentáculo se había enredado en una alga gigante y no podía soltarse. Mila se asustó mucho, y dijo: "¡Oh no!", pero rápidamente pidió ayuda a sus amigos del mar.

Sus amigos no dudaron en ayudarla y juntos idearon un plan para liberar a Mila de la alga. Fue una aventura emocionante, llena de acción y diversión. Cada amigo aportó su habilidad y juntos lograron liberar a Mila. El pez nadador fue el primero en acercarse con su agilidad para desenrollar el tentáculo de Mila. Luego, el cangrejo con sus pinzas fuertes ayudó a separar el alga de sus múltiples ventosas. La estrella de mar trajo agua de mar para mantener a Mila hidratada mientras luchaban para liberarla.

Al final, todos celebraron el éxito de la misión y Mila agradeció a sus amigos por su ayuda. Desde ese día, Mila aprendió la importancia de pedir ayuda cuando la necesitaba, y sus amigos se convirtieron en un equipo más unido y fuerte que nunca. Y así, Mila y su nuevo equipo de amigos continuaron disfrutando de las aventuras bajo el mar, aprendiendo la importancia de la amistad y el trabajo en equipo.

Espero que hayas disfrutado de esta historia, ¡que tengas dulces sueños!